Vistas:0 Autor:Ntsmart Hora de publicación: 2025-12-16 Origen:NTSmart
Su guía práctica para el almacenamiento en frío comercial
Su cámara frigorífica es una parte fundamental del éxito de su cocina. Simplemente almacenar alimentos no es suficiente; necesitas un sistema. Esta guía paso a paso le brinda el plan profesional para garantizar la frescura, reducir el desperdicio y aumentar sus ganancias.
Paso 1: Domine su entorno (temperatura y humedad)
Instale un termómetro e higrómetro: coloque un termómetro para electrodomésticos certificado en su cuarto frío y un higrómetro para medir la humedad. Verifique y registre las temperaturas y los niveles de humedad diariamente, a primera hora de la mañana y a última hora de la noche.
Establezca la temperatura correcta: Mantenga su cámara frigorífica entre 35 y 45 °F (1,7 y 7,2 °C). Para los congeladores, trate de mantener la temperatura entre 0 °F y -10 °F (-18 °C y -23 °C).
Evite la pérdida de humedad: utilice sistemas de humidificación para mantener los productos frescos. Por ejemplo, almacene verduras de hojas verdes (como lechuga y espinacas) en áreas con mucha humedad, ya que prosperan con una humedad relativa del 85-95 %.
Paso 2: implementar un sistema de almacenamiento inteligente
Separe los crudos de los listos para comer: almacene todas las carnes, aves y mariscos crudos en los estantes más bajos para evitar que las gotas contaminen los alimentos cocidos o listos para comer.
Siga la regla FIFO: etiquete cada artículo con una fecha de entrega clara y una fecha de caducidad. Cuando almacene, coloque los artículos más viejos al frente y los más nuevos atrás.
Agrupe y organice: dedique estantes específicos para diferentes categorías de alimentos (p. ej., lácteos, verduras, alimentos preparados). Este sistema acelera los controles de inventario y reduce el tiempo de apertura de la puerta de la cámara frigorífica.
Paso 3: realizar el mantenimiento de rutina
Revise los sellos y las bisagras semanalmente: Inspeccione las juntas y sellos de las puertas de su cámara frigorífica en busca de grietas o desgarros. Un sello dañado provoca fugas de aire, lo que provoca acumulación de hielo y mayores facturas de energía.
Garantice un flujo de aire óptimo: nunca llene demasiado los estantes. Mantenga al menos 3 a 4 pulgadas de espacio alrededor de todos los productos y nunca bloquee las salidas de aire o el ventilador del evaporador.
Limpie los serpentines: programe una limpieza profesional de los serpentines del condensador y del evaporador al menos dos veces al año. Una bobina sucia puede reducir drásticamente la eficiencia de la unidad y provocar que falle.
Al comprometerse con estos tres pasos simples pero críticos, no sólo está conservando los alimentos: está asegurando el futuro de su cocina.
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